Mauricio Macri cedió a la presión de Elisa Carrió y Sergio Massa y habilitó a sus diputados a debatir una ley que regule la distribución de los productos en las góndolas, aunque aclararon que pedirán cambios y tal vez no pueda tratarse pronto. 

Como adelantó LPO, la diputada del Frente Renovador Marcela Passo convocó a la comisión de defensa de usuarios y consumidor para discutir su proyecto y el que presentó Lilita, antes de los anuncios del presidente para controlar la inflación.

El de la chaqueña también fue girado a Legislación General, presidida por el macrista Daniel Lipovetzky, quien no la convocó pero asistió a la reunión de esta tarde a prometer que la llamará en las próximas semanas.

"Quiero recordar que no hubo ninguna ley de regulación en las últimas décadas", desafió en una pequeña sala del anexo abarrotada de supermercadistas y asociaciones de consumidores.

"No sólo queremos un plenario, queremos tratarlo en el recinto. Por eso se giró un borrador para arrimar posiciones entre los diversos proyectos", había desafiado Passo ni bien abrió la reunión. 

Carrió, el massismo y el kirchnerismo acordaron limitar las marcas de los productos en las góndolas y controlar el pago a proveedores. El PRO aceptó el debate, pero quiere discutir un poco más. 

El texto que repartió es un compilado de los tres principales proyectos, que son el suyo, el de Carrió y uno presentado por el referente de CTEP, Juan Grabois, que apoya a Cristina Kirchner pero que defendió el diputado del Partido Intransigente José Luis Ramón, rival del kirchnerismo en Mendoza.

Según el borrador, al que accedió LPO, hay coincidencia en varios aspectos centrales como impedir que un producto supere el 20% del espacio disponible en una góndola y ubicar a los de menor precio "a una altura equidistante entre el primer y último estante", un reclamo de Carrió.

"En locaciones virtuales, deberán garantizarse que los productos de menor precio conforme la unidad de medida, se publiquen en la primera visualización de productos de la categoría en cuestión", agrega el texto.

También incorpora los artículos del proyecto de Passo como que los proveedores cobren intereses a los mayoristas por los pagos realizados fuera de término, "siempre y cuando no existan razones legales y fundamentadas por el incumplimiento".

"Necesitamos libertad de competencia: que en la góndola haya cinco productos de distinta marca como mínimo y que ninguno ocupe más del 30% del espacio de la góndola. Si se cumple eso, no necesitamos Precios Cuidados. Si tenés más del 70% de la góndola con un producto de una marca, eso ya es delito", sostuvo el dueño de Maxiconsumo, Víctor Fera, defensor del proyecto de Grabois.

Quedan definir varias zonas grises que se debatirán en reuniones de asesores. Passo pedirá una el lunes con la esperanza de dictaminar cuanto antes e incluir el proyecto en la sesión del 8 de mayo, pero el macrismo prefiere estudiar con más tiempo algunos detalles como las sanciones o los sujetos obligados. "No está muy claro si van a tomar la dimensión de los comercios por la facturación o los metros cuadrados", señalaron desde ese bloque a LPO.

La oposición también incorporará otros temas sensibles para las grandes cadenas de supermercados, como la presencia de productos regionales y la restricción de los requisitos exigidos a las pymes proveedoras. Y estudiará aplicar revisiones al comercio electrónico. 

Pablo Kosiner, jefe de Argentina Federal, exigió un trabajo más riguroso de la Comisión de Defensa de la Competencia, que pese a la ley aprobada el año pasada promovida por Carrió casi no trabajó durante el Gobierno de Macri. "Pedimos un informe para saber cuáles habían sido sus sanciones y sólo había actuado en empresas chicas y del interior".

"No existe la infraestructura estatal necesaria para poder controlar los Precios Cuidados. Hoy solo quedan 12 inspectores", aportó el kirchnerista Juan Cabandié, autor de otros de los proyectos para regular las góndolas, que no tendrá un tránsito rápido en el Congreso.  Pero no quedó congelado.